sábado, 5 de abril de 2014

XIII Microjustas Literarias. La Sortija.


La Sortija es una de las tres competiciones de las Microjustas Literarias. Se trata de escribir microrrellatos con un máximo de cincuenta palabras, en las que el tema central de estos, será la última palabra del microrrelato anterior. Y se puede llegar a escribir hasta un micro diario o más, en cada hora feliz.
En esta edición el campeón ha sido Plátano, máscara sobre la que se escondía el Gran Rapso.


Imagen de Dafne
Parapetado bajo la sugerente máscara de Dafne, Con faldas y a lo loco, no fui capaz de llegar a la preselección de seis micros finalistas ni por tanto a la final.

De todas formas cuelgo aquí algunos de los que no estoy descontento.
Espero que, por lo menos alguno, os guste.

*La palabra sobre el micro indica la palabra del anterior.

Padrenuestro
Penitencia
El padre Severo disfrutaba haciéndome sufrir. Cada vez que me acercaba al confesionario, podía ver, a través de la celosía, la malévola sonrisa del sacerdote y como se iban amontonando en su garganta los padrenuestros, las avemarías y los credos que se disponía a escupirme a la cara.

Ahorros
Corazón roto
Llegó al cementerio completamente abatido. Fundido en un abrazo con el viudo de Esperanza, lloró desconsolado durante todo el sepelio. Más tarde, solo, encaminó sus pasos hacia el acantilado en el que extrajo, de su maltrecho corazón, el amor atesorado durante tanto tiempo, para dejarlo volar en libertad.

Inexistencia
Desencuentro
El anodino discurrir de sus vidas se cruzó aquel veintinueve de febrero. Aunque el pronóstico del tiempo vaticinaba que el sol luciría radiante, una legión de espesas nubes de un gris plomizo, cubrió la ciudad. Se cruzaron cabizbajos, incapaces de notar qué estaban hechos el uno para el otro.

Maldad
El banco malo
Su porte distinguido, su impecable apariencia, su cordial sonrisa y su acogedor despacho me impidieron sospechar que, tras estampar mi firma en aquellas preferentes y al estrechar mi mano con tal brío, me estaba endosando una puñalada por la espalda.

Desecaba
El taxidermista
Amaba su trabajo, salvo por la perpetua insatisfacción de los clientes. Las alas de los búhos nunca estaban lo suficientemente abiertas ni las cabezas de los ciervos tan erguidas cómo ellos quisieran. Por eso adoraba llegar a casa con su familia y sentarse entre ellos, como uno más, completamente inmóvil.

Refugio
Ave María Purísima
Las hermanitas del Perpetuo Socorro y el Santo Refugio me acogieron con absoluta discreción. Yo sería a cambio el jergón de sus expiaciones, su banco de penitencia, el potro de tortura donde liberar sus más voluptuosas pasiones antes de bajar a encontrarse en paz con Dios.

Bien
Primera vez
Con la solapa de la gabardina subida y el sombrero calado hasta los ojos, nos esperaba la tentación al doblar de cada esquina. Discreta pero tenaz; aprovechando el anonimato que le brindaban las sombras del ocaso. Tanto insistió que en el último callejón nos besamos. Hicimos bien.

Sol
Promesas incumplidas
Te prometí el sol, pero solo pude conseguirte la luna partida en mil pedazos, entre la arrugada chapa de nuestro flamante Ford Mustang.

Indefensos
Batida
Mis dedos corren indefensos a refugiarse en los bolsillos. Los tuyos, sin embargo, descarados, parecen tener prisa.  Afrontan con soltura los botones de mi blusa, liberan mis pechos y recorren inquietos el lienzo de mi  piel. Rastrean, persiguen, acorralan y por fin toman su presa.  Cazada.

Amor
Mal de amor
La primera arcada llega acompañada de un par de mariposas que se quedan revoloteando en torno a mí. El gas producido por su constante aletear, consigue que salgan despedidas en tropel. Entonces, lejos de llegar el consuelo, siento un enjambre dando vueltas alrededor de mi cabeza.

Hemorragia
A golpe de navaja
Ni una gota de sangre salió de su atravesado corazón, solo alguna que otra lágrima al escribir su nombre sobre el tronco del sauce.

Devorarse
Perdidos
Dormían con un ojo abierto y sin darse la espalda. A medida que menguaban los víveres se acrecentaba su desconfianza. Enfrentaban sus miradas hasta que el sueño ganaba terreno a la vigilia. Antes de arrojarse el uno sobre el otro ya se habían devorado con los ojos.

Plácidamente
Naturaleza muerta
Un viento apacible seca el sudor de sus manos. La escopeta descansa a su lado. Una calma, durante mucho tiempo buscada, por fin mece su espíritu. La sangre mana de su abierta cabeza, rompiendo la quietud del cuadro.

Mío
Pruebas

Mi perfume en los poros de su piel. Los surcos de mis uñas en su espalda. Mi cuerpo desnudo en su retina. El tacto de mis labios en su polla y las bragas que he guardado en su bolsillo, te dirán, aunque duerma en tu cama, que me pertenece.



14 comentarios:

  1. Vaya esfuerzo literario y que ramillete de pequeñas maravillas. Ni que decir tiene que me gustan todos, aunque si he de escoger uno me quedo con "Corazón roto".
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Ángel, tus palabras son siempre una píldora para mi autoestima. También Corazón roto es uno de mis favoritos, aunque yo los quiero a todos.
      Un abrazo amigo.

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  2. Prolífico Juancho hay de todo y para elegir a ver si me meto en estas justas en cuanto vea hueco.
    Abrazos y a seguir que estás imparable.

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    1. Yo animo a todo el mundo a que lo pruebe, es, para mí, el concurso más divertido del panorama microcuentista.
      Muchas gracias Manuel, otro abrazo también para ti.

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  3. ¡Anda si eras Dafne! pero seguro que eras alguien más...A mi me gustó mucho tu mal de amor, Juancho. Un abrazo.

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  4. jajajaj... a mi también me gusta mucho, fue una inspiración que me llegó desde.... uhmm, mejor me callo.
    Gracias Eva y felicidades por esa final y por la excelente participación de Nadie... ejem, tu me entiendes.
    Besos

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  5. Yo no sé cuál me gusta más, unos cuantos... Desencuentro, El taxidermista, Ave María Purísima, ese Mal de amor... muy buenas justas, amigo Juancho.
    Un abrazo

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    1. Gracias Ana, pero no se puede decir que haya estado demasiado inspirado en la Sortija y en los Dardos a juzgar por los resultados. Intentaré mejorar para la siguiente, si es que los jueces nos dejan algún tiempo para recuperar energías. Han sido estas unas microjustas muy intensas y tengo el cuerpo vapuleado de tantos golpes. También los que mencionas me gustan mucho, aunque como ya le he dicho a Ángel, yo los quiero a todos.
      Besos.

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  6. Hola, Juancho.

    ¿No son un poco estresantes estas microjustas? Veo que para ti no; eres un mostruo.
    Enhorabuena, por el éxito del REC de la semana pasada... no pude estar, pero te mando abrazos y me alegro muchísimo por ti.

    Unos besos y a ver si con un lexatin me animo a participar también.

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  7. La verdad es que estos justeros están hechos de otra pasta, yo les envidio. En mi opinión deberían dejar algo más de espacio entre justa y justa, que uno llega al final hecho unos zorros, pero nada, que no dan tregua. A ver si esta vez que voy a ser juez (esto es una primicia en la Levita, en cuanto tenga tiempo lo cuelgo) por haber ganado la XIII edición, puedo conseguir que descansemos un poco. Pero tengo que darte la razón, son algo estresantes, sobre todo si participas en las tres competiciones, pero es tan divertido que repites, aunque lo estés negando desde que acaban las últimas hasta que empiezan las siguientes. Yo te recomendaría que probaras, pero sin lexatín ni nada y luego me cuentas.
    Gracias Towanda, me alegra verte por la Levita. Besos.

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    1. ¡¡Bonnie!!!! ¡¡Jooooo cómo me la has colao!! Estñas hecho un campeón, ¡Enhorabuena! Pues nada, hala, a vestir la toga con paciencia, je,je,je.
      Towanda, las justas crean adicción, no me preguntes por qué, y yo creo que a ti se te darian de fábula, con esa imaginación desbordante.
      Beoss a ambos

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    2. Pero Eva, yo pensaba que todo el mundo lo sabía desde que nos descubrió Rapso. Buah, la que me espera, creo que voy a ser un juez pésimo. Muchísimas gracias, besos.

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  8. Buenos días, Juancho, primera sesión de micros y me han encantado en especial los siguientes:
    El que más Promesas incumplidas por el magnífico uso del doble sentido; la locura del taxidermista; las metáforas de Mal de amor; la angustia de Perdidos; y la gracia y atrevimiento de mío.

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  9. Buenos días Lorenzo, me alegro de que te gusten. Muchas gracias y un abrazo.

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